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Memoria de unos dedos oxidados (página 2)



Partes: 1, 2

III

Nacidos bajo una guerra, y
educados por las balas de conciencia, que
se las quita, que se las carcome con la edad. ¡¡No
más niños
soldados!!
Su infancia es
mucho más importante que educarlos para una segunda
guerra, no les basta con que ya vivan en esta vida, que al final
es una guerra… no más ajedrez con
ellos, son mucho más que eso; son humanos usados por otros
no tan humanos… Si crees que este mensaje va al viento…
¡¡¡Hagamos una secta!!! ¡Luchemos contra
lo que de verdad hoy nos atormenta!

Se suele confundir un molino de viento con un gran monstruo,
o los humanos con elementos tan efímeros como
ignorantes,
pero que aún así logran hacer muchas reacciones y
terminan siendo
aparentemente servibles para nuevos producir nuevos servicios
para sí mismo… dentro o no de esa especie ignorante,
no quiero ser uno más… ¿y
tú?

IV

"(…) y fue así como se
descubrió que el humano,
en cualquier historia, nunca se
comportó como humano que es…"

V

Inédito:

Pestañas engañosas,
que me adentran en tu sueño inusitado,
me obligan a pensar que estoy despierto
para ser cordialmente invitado
a ese mundo de desconcierto
habitable espacio de desierto…

Oda bajo las estrellas.
Si la luna
fuesen vuestros ojos,
desearía abordar en el Apolo
y llegar, habitar y ver mi reflejo en ellos,
que mucha falta me hace,
pero su necesidad la deshace.

Si llegases a perderte en la oscuridad
bajaré con las estrellas que están al lado de tus
lunas
y haré incandescencia con la hoguera,
madre vuestra llama cabellera e hija de su cuna.

Mis besos serán los suspiros del viento,
producto de mi
anhelo por cada vez que miento,
ahínco parra llegar a tal meta viviente,
sin conocer la meta ni menos
lo que siente.

Soy tu rocín,
Soy tu camino sin fin,
Soy tu carta sin
nombre,
Soy tu barón rojo,
que mirará siempre la luna,
recordando tu belleza de ojos.

VII

Tengo tantas ganas de escribir cosas
bellas,
tan bellas como vuestra hermosa cara,
pero he acudido mucho a mis dedos,
y pareciese que el cansancio ha consumido
su hablar, por tanta somnolencia de aspecto,
enamorar aquel espectro con tan dulce melodía
que nace de su ser cada día y que muere en un
intento fallido de enamorar lo intangible, viento
que es destinatario de tan bellas palabras…

VIII

Kelpie.
Cuentan que bajo los
ríos,
intrépidos, cabalgando
por sobre su alimento,
algas de cosecha autónoma,
se abalanza con ímpetu
hacia el pecaminoso humano
que solo tiene que contar
cuan es su daño
hacia su hábitat.

Solo los más intrépidos se salvan…

Incautos pagarán la venganza de Kelpie…

IX

"Felicidad, tan digna de encontrarla
como perderla… la felicidad tú no la haces,
se hace con el tiempo, tan
autónoma como
quienes la crean…"

X

Viva ella.

Y viva ella… la de cabellos de hoguera
incandescente,
protagonista de mi oda… ella es la musa…

Y viva ella, la de cabellos de hoguera
incandescente
bajo la luminosa aurora,
tan bella como ella,
tan bella como el cielo,
cuna para tal belleza…

Y viva ella, mi dulcinea
que me mantiene loco, con su
hoguera que hace de este camino
incandescente algo sudoroso…

Y viva ella, la de cabellos de hoguera
que hace de mi sendero un infierno
iluminado por antorchas que me guían
atolondrado hacia una meta que
quizás me es imposible
pero posible de soñar…
pero que infierno más bello…
la muerte me
espera allá…

Y viva ella,
que ya me es tan lejana como una estrella…
pero por más que se aleje,
siempre la veré sobre el horizonte,
firmamento su morada,
brillar como flama encendida.

¿Y vive ella?, no lo sé…

Con los pies en la tierra,
puedo ver como desaparece ese mar,
mar que más de alguna vez deseé bañarme.

Ella pareciera no vivir para mí,
pero la veo respirar todos los días.

Y ella si que viva,
me da una vida y mi voz son los orgasmos
que se alzan por el viento,
libre para poder ser
sólo brisa…

Y Viva ella… no sé el porque de lo que
hice,
fue un espasmo,
inusitado,
pero mi postura por muy descriptible o recreable,
es imposible de volver a realizar,
tal proeza…

Trisquel…
Es el "fin del camino",
la evolución ahora está en
aprender…

Druidas dotados de tal virtud,
curanderos con tal magnitud,
Deidad materializada que solo quería paz,
Corazones de colores
indescriptibles
encontrando su felicidad a asaz.

El Amor.

El Amor es tan
connotado como la
voz que hacemos todos juntos,
no hace falta tener ojos para ver
el amor,
quizás hace falta corazón,
quizás consciencia que te dé razón,
razón de que amas y que vivirás en un
sueño que anhela hacerse realidad,
el amor a veces no es concreto,
pero se puede ver y tocar
personificado en el destinatario de
esa carta de amor, que a veces se
aguarda en el silencio sin nombre
esperando ser voz y revelarse
ante las hipotéticas de un posible no…

El amor mueve al mundo,
el mundo mueve el amor,
por cada paso que das para hacer
tangible lo intangible,
pero tus ganas de ver ese sueño real
hace que esta vida siga en pie
y nos permita vivir en equilibrio

gracias por amar,
gracias por admitir que eres amado,
gracias por ser animal y poder amar,
gracias por ver cuanto amas sin ser amado…
y si alguna vez ves que ese río de
lágrimas se desborda, nunca es en vano,
porque el amor necesita agua marina de
beber…

XI

Hawkin está más vegetal que
mis
verduras, y mis verduras más humanas
que los que se dicen llamar así.

Estos humanos pocos racionales
pero sí que son carnívoros, más
que los mismos leones, que se comen las cebras,
malditas, pero muy benditas cebras que se comen
mis verduras, que si no fuesen por ellas
y yo la tierra
sería verde en vez de azul; azul por el
agua, pero agua que está cada vez más sucia
por el humano que es menos humano que mis verduras…

"Eres mi radio de cada
día,
en la mañana siempre estás dispuesta a
regocijarme con tus ondas sonoras y
tus emisoras
para no aburrirme, porque me siento solo, no sabes cuanto,
y sin ti mi radio de cada día sería solo una aguja
en el desierto,
hoja sobre papel, pero sin alma o mano
que la manipule
y sean escritor para tal lápiz, lápiz para tal
papel, papel
para tal pensamiento
que pretende ovacionar tus antenas
y sintonías que hacen de ti alguien perfecta, alguien
irremplazable.
Eres como mi radio de cada día, irremplazable."

Inédito:

"Si puedo leer,
si puedo entender, si puedo tratar de razonar
que está escrito tal como escribo aquí
que hay un camino marcado, pero no es necesario seguirlo…

Es como si me diese una dosis brutal,
de tal vino a tal copa,
de tal rojo a tal rosa,
y si tal elocuencia, que si
fuese deficitaria, por descarte yo señalaría
que ese sendero al que es algo como obligación,
tal como leo,
o como trato de entender,
tanto así como nacer y crucificarse en una
tarjeta que te marcará toda tu vida (que sea triste,
o quiera cambiarlo no incide, ya que ahora es realidad),
no es obligatorio,
o por lo menos mi mente de humano, buen humano
según me califican los dioses
(Miguel de Cervantes en
castilla en su templo, entre otros),
no es obligatorio, reitero para que se entienda la idea,
no es obligatorio, vuelvo a reiterar para que no os quepa
duda,
ídem… no lo creo así, es un sendero que hemos los
humano
hecho imaginación y que pasa a reflejarse, o como
diría buen
escritor para tal buen lector, de tal vino a tal copa, de tal
rojo
a tal rosa, de tal barón a tal rojo, se proyecta un esbozo
que
pasa a ser dibujado en nuestras mentes para luego tomarlo
como una obligación, pero gramaticalmente no lo es,
ósea,
comer carne, por muchas proteínas
que nos brinde el cuerpo
de un animal que en verdad si es hermoso, no como el
que lo mató, insensible mente de supuesto humano,
no reemplazará la imagen que se
tenía de este antes….
virtud de humanos: destruir para construir".

XII

Inédito:

La tierra camina,
deja manchas,
se confunden con lágrimas esos ríos
contaminados,
se confunde con suciedad ese aire denso,
bruma que cubre su vista,
se confunde con el sol
por las gotas que suda,
¿o serán ríos que se confunden con
lágrimas?, no creo, las lágrimas son
limpias…

Inédito:

Es como la realidad,
es como la verdad,
escéptico el que no crea,
sus ojos lo privan que vea
tal realidad atemorizante
y el cuento se
narra sin más levante.

Correos anónimos,
sin destinatario fijo,
y el viento alisa sus lomos
diciendo: ¡yo bajo ninguna regla me rijo!

Flechas del viento preveo,
¿Será este el caos?
Teatro, escenario
recreo
y con un suspiro me dice ¡callaos!

Como actor el viento,
si no lo ves no es que miento,
antagonista humano,
escenario vano.

¿Qué hizo de ti la razón,
te ha robado el corazón,
se te ha roto el balazón,
o el sol no te permite ver?
¿Quién está allí?,
¿Un ser idéntico a mí?
Estropajos cubren su figura,
jirones sucios dicen que esto no es una locura.

Solución hay muchas,
se ve a diario con múltiples luchas…

Domable Sonido.
Música,
Haz llegado como el murmullo del viento,
Música,
te haz ido con el paso de los artistas,
que en su escenario desprenden su incandescencia.

Música,
no te dejas vender,
te dejas comprender,
tan dócil siempre.

Música,
tus letras,
un jeroglífico que pretende develar algo,
y los incautos caerán ante la música,
pero nadie lo ataca,
es la melodía que no comprende,
acicala algo más que sus oídos,
siempre dócil…

XIII

Las mentes esconden un secreto,
bajo las sábanas de pensamientos,
y se dejan domar,
porque esta vida se escribe con tu mano,
pero las uñas de las demás serán
hasta la eternidad las musas del buen
autor poeta…

XIV

Albedrío.
Incongruencia de vida,
que se hace consecuente
al andar de los años,
lentes que nos hacen ver
esa realidad que siempre creíamos distante,
ojos que aceptan como el sol al horizonte
que por mucho alarde de llamas
siempre se dejará calentar.

XV

"El mensaje está en la carta,
si lo preguntas, pierdes tu tiempo,
¡analiza como abrir esa carta!"

XVI

Inédito:

Tantas voces que se hacen una sola,
y es un solo cuerpo,
que con millones de manos
tratan de consolarse a si mismo
o a quienes lo rodean.
Su lengua es el
hambre,
su ojos la tristeza,
y el viento que respiran
por muy puro que sea
está contaminado por el
que más ambiente
come.

Injusticias de injusticias…

Y seguiremos luchando,
porque sabemos contar,
y por ello los escalones,
por muy infinitos que sean,
se hacen efímeros con el
andar de las proezas…

Orgasmo.
Grito del alma,
que nace cuando esta
se desprende de su ser.

XVII

"La vida es un sueño,
y despertamos para solo ver la tierra profunda".

XIX

Inédito:

Son su tiempos,
saben cuando aparecer,
oportunas como el oxígeno
a el ahogado,
como el sonido al sordo,
pero este siempre tendrá oídos,
en honor a escuchar tal armoniosa melodía-

XX

Hoy la vi, desde hace mucho tiempo
que mis ojos la extrañaban.
Siempre está allí,
dispuesta a ser admirada,
pero nunca su mano se dejaba robar
para sobar el lomo del que sus ojos cegaban
con tal esplendor de belleza…

XXI

Libertad.
Ya la oyes…
ya la lees…
ya la sientes…
ya la sueñas…

Inédito:

Y la venganza llegará sola,
sin palabras pero con cuerpo que la porta,
y por agria que te parezca
su emisor siempre le parecerá dulce.

La venganza: triste, consoladora,
agria para algunos,
pero para él un dulce
en el que se haya su paz….

XXII

Mudos recuerdos.
"¿Amor?
Creo haber escuchado esa palabra antes…

¡pero que cosas dices!,
de solo escuchar
esa palabra me da nostalgia.

¿Por qué lo preguntas?
La verdad que no lo sé,
la verdad que no lo recuerdo.
¿Es eso un problema?
Bueno creo que sí,
pero si mi inconsciencia no quiere
recordar es porque será una dosis nociva
de sentimientos con bordes de vidrio.

¿Crees que no la tengo?
¿Y porque haz de tener tú razón?
¿Cómo que se me ha roto el corazón?`
pues claro que lo tengo,
solo que mi memoria no quiere
recordar,
solo que yo no recuerdo nada
y todo se queda en el viento,
sin explicación,
sin argumento…."

Lamer el suelo.
"Amor,
¿Haz escuchado esa palabra cuando
nada se ve por es bruma maldita?
¿Y su luz habla?
Porque si fuese así lo reconocería.
¿Y su calor se
siente cuando solo somos dos?
No sirve de nada estar a tantos metros,
no se siente su calor…

Y por más que trate de callar,
ella me dice las cosas más horrible
que nunca he escuchado…"

XXIII

Inédito:

Que ambiguo,
es como la cabeza del humano,
tiene la capacidad de ser infinito,
mucha materia por
conocer,
pero no se descarta lo conocido,
pero por más que se quisiera
la infinitud no lleva a la felicidad,
si no que hacer con ella,
infinitud que con el pasar del tiempo
se hace finita con su uso.
Que ambiguo.

¿En que momento te acuerdas de
ti?
¿Y de ella?
Es tan triste que mi cara se desvanece
entre mis pensamientos,
pensamientos que tiene una cara femenina,
parece un tributo,

Pero, ¿Será en
vano?

¿Será sólo
torcerme la mano para que otra ilusión me la
repare?

Pero siempre tiene el mismo torcido
final…

Inédito:

Para todo lo que no te permita una vida
justa,
es la principal causa de tu paro
cardiaco.
Detén todo lo que no te permite ver el sol
que esos nubarrones se despeguen de tu vista
y cuídate, porque esa lluvia
ácida es muy dañina.
Techos oxidados,
cuerpos descuerados…

Inédito:

De seguro fue una
declaración poética,
me pongo el sombrero,
con un lápiz en mano y en la otra una guitarra,
me convierto en trovador
y transformo tu realidad en una canción.
Mis palabras salen por mi boca como el fuego del
dragón,
y las vacas evolucionan,
son salchichas voladoras no comestibles,
los peces son de
acero,
tenaces…
Todo en un papel que no es de árbol…

XXIV

Inédito:

No cualquier cuchillo
puede romper una burbuja.
No cualquier rascacielos
se da el lujo de saciar el comezón del cielo,
ese cielo que es distante,
está donde siempre lo veo,
y por mucha multitud de nubes que me hagan confundirla,
confío en él,
mi cielo azul como el mar,
mi mar que es reflejo del cielo,
porque siempre está ahí,
siempre está allí.

XXV

Nubes de Almohadas.

¿Esto es un sueño?, ¿que clase de
vida es esta? No soy un ángel,
pero me poso sobre los cielos. Siento que ese sol se asoma
solo
para atormentarme. De cerca veo como me quema pero solo
siento algo imposible, el agua
acude (como aire al ahogado) a mi ayuda.
¿He dicho que no soy un ángel?
Eso sí puedo descartar algo, los ángeles no
respiran, ¿por qué lo harían? (fundamento
o pregunta que no responde a nada, estúpido). No lo
harían porque ya estarían muertos, intoxicados,
quizás como yo me siento ahora (fundamento
óptimo, que responde y ramifica más preguntas).
Aquí las nubes
son casi blancas, si no fuese por ese azul (o quizás
celeste, como se vería desde abajo) serían
perfectamente casi blancas. Es un color raro.
Como un gris, si es que ese color se llama gris. La verdad que
estar acá arriba y no saber nada no me hace ignorante el
no saber distinguir esos colores que para los de abajo
son tan básicos, porque soy el único por estos
lados.

Aquí de seguro no viven los ángeles.
¡Estarían achicharrados como el magma! (fundamento
que no responde y solo obliga a criticar). Ese sol que quema
hace de mí escorpión en horno, pero por algo no
muero, quizás me derrite, pero seré
líquido que sigue pensando, observando, razonando, etc.
Todos menos amar (porque él era el único idiota
que quizás murió tal día ¿Estaba
muerto?).

¿Estoy muerto?, No lo creo, porque aquí no hay
Dios que se apiade de mí y me haga devolverme al reino
de los muertos. O quizás nunca hubo existencia de tal
Dios, bueno, existe, pero no es real… Este Dios solo vive en
los reino de los "muertos" (sátira contra el reino de
los vivos y sus maldita rutina de vida, al final
sátira contra los humanos, porque la muerte es la
buena vida ausente).

Bueno, como soy humano (supuestamente inteligente),
empezaré con mi propio negocio de "maniquíes"
(sátira contra la actitud de
Dios hacia los humanos).
Seré mi propio Dios, solo por este sueño, o
quizás en esta vida, de todos modos no sé
cuán muerto estoy o cuanto puedo llegar a serlo.
Empezaré invocando a la lluvia (piensa en trabar
amistad con
los campesinos y captar la atención de nuevos
feligreses).

¿Qué ocurre? ¿Por qué no todos
sonríen al ver tal diluvio de lágrimas puras que
buscan su felicidad? Ese señor se molesta al ver que la
ropa que cuelga se moja, y ese sol se va… ¡Rayos!
(expresión de sentimiento de rabia y decepción,
pero se ejecuta un juego de
palabra, y es así como se mueven los rayos y queman
bosques e innumerables objetos, sin contar a los humanos).

Es imposible caerles bien a todos. Aún así he
contentado a los pirómanos con tal "hermoso" (como ellos
lo describían) espectáculo. Pero mis pulmones se
vuelven negros, me intoxico y siento que ya no queda aire para
mí. Pero soy un dios (con minúscula al no ser un
dios en particular, pero ni el mismísimo Dios que "todos
conocemos" tiene tal dignidad
para empezar con mayúscula. Solo son términos
globales) y le quitaré el aire a todos mis acreedores y
feligreses (por ahora solo los pirómanos, sus más
fieles y ardientes feligreses).

Puedo vivir todavía, no espero represalias.

Me empiezan a estorbar las nubes, me cubren lo poco que me
queda de vista. Y es así como voy descubriendo mi
segunda muerte. Mi cuerpo se atrofia con el aire, solo somos
dos cuerpos contaminados; el calor me derrite, ya no soy
escorpión en el horno, soy hormiga en medio de una bomba
atómica;
el oxígeno malgastado me maltrata (más a sus
pulmones)
y la soledad me come.
Este juego de ser dios se acabó, me siento sol sin luna.
Que aburrido todo esto. ¿Qué habrá
después de esta muerte? ¿Miles de muertes
más?
Hoy no ha muerto nadie, las nubes, mis almohadas
por la eternidad cobijan una cabeza sin cerebro, y si
lo tuviese
aquí no me es útil.

Soy una mente en el desierto que por muy
inteligente
la arena hace de mí una rutina en la que lo único
que se hace es respirar y pensar en como morir. Pero esta vida/
muerte me es eterna.

De repente esa cama de nubes me deja entrever una escalera
hacia la tierra (controversia de "escalera al cielo", de led
zeppelin).
Miro hacia abajo: Guerras;
hambrunas; iglesias que tratan de cautivar al incauto (el
representante siempre fue ateo, solo que un poco irónico
en sus juegos de
dios); animales
disfrazados de humanos, auténticos payasos; ríos
contaminados
que se confunden con lágrimas de barro que yerguen de la
tierra; y supongo que hay más terror, porque una nube
negra me impide ver más…
Pienso más de dos veces bajar. ¿Por qué al
cielo no dudé subir?
Quizás porque no hay humano, o por lo menos no malos
humanos.
Me siento solo y afortunado.
No bajaré solo porque hay muchos problemas
por solucionar (un poco de ironía hacia Jesús).
Haré como que no conozco, no seré nada, soy el
único que sabe de mi vida y todos saben de mi
muerte…

Me he confirmado que estoy muerto, al final mi indiferencia
está
muerta y ciega.

Puede que esté soñando.

Acotación primaveral.
Las nubes
se acomodan en el cielo para dar
paso a los rayos del sol; el parque está en celos;
los jardineros no saben como sentirse
¿Es mejor regar más hojas o tener que limpiar
hojas secas a montones?

El árbol viejo, seco y desnutrido aunque viva
en cementerio sus hojas brotarán para hacer de
él
árbol pueril y fuerte. Y es que ese color fuerte no
no da a lugar en pensar otra cosa que no fuese
alegría.

Las mujeres se enamoran, los hombres se dejan conquistar;
el jardinero ve brotar y se da cuenta de cuanto ama
regar.

Objeto del tiempo.
Antes de que el sol
desborde sus rayos
por sobre las montañas me levanto e inhalo esa
atmósfera
de niebla. La paciencia me obliga a esperar micro,
pues no hay ancho ni largo camino para dos débiles
pies.
Riego con mi sudor un brote de lucro de un adinerado empresario.
Humillaciones se quedan impregnadas en mi mente, pero a cambio
recibo un buen sueldo. Alimento mi familia y mi
cansancio.

De nuevo la paciencia me obliga a esperar micro,
pues no hay angosto ni corto camino para dos pies cansados.
Abandono esa plana atmósfera negra;
entro a los redondos suburbios.

El gato y el ratón.
Empiezo un
camino sin fin, pero ¿dónde está mi
enemigo?
Por más que te imagine nada es igual a ti. Nuestro odio
érase
nuestro afecto.

No veo piedras en el camino, sólo veo horizonte que
me es nuevo, pero ya conocido y quizás recorrido.

Nos odiábamos, nos necesitábamos; nos
gruñíamos,
y el silencio de uno conlleva la soledad y rutina
del otro.

Soy objeto del tiempo sin tu insulsa mordida y camino
con ojos cerrados hacia un norte con una estigmatización
de
seudo-odio. Ya nada me sorprende, aún así te sigo
imaginando.

¿Y te haz ido con mi odio?

XXVI

Mi coma.
Quisiera ser imagen sin
edad,
o quizás sólo palabras
que divagan en un espacio
para encontrar a su correspondida auditora.

Quisiera ser guitarra oculta en el vacío,
para que así mi eco sólo pudiese ser escuchado
por las paredes, o bellas paredes,
que rostro y oídos tienes…

Quisiera ser copa de vino llena de sentimiento,
para que se posen vuestros labios en tal manantial
y beban aquel brebaje
y sólo atinen a seguir bebiendo cada vez con más
aplomo.

Quisiese ser imagen sin edad,
o letra sin rostro,
o persona sin
identidad
pero que siempre siente.

Quisiese ver tales lunas de ojos
posados por sobre el manantial de mis deseos.
Soy deseo poco anhelado.
Soy deseo que mucho anhela.

Superficie aguada.

Eres la primavera de contrabando.
Sólo que no os dejáis manipular.
Sólo que vives en tiempos imprudentes.
Sólo que siempre eres y serás prudente.

Tu imagen se confunde con la luna
que se refleja en el mar
y que lo termina todo con mi andar
por ese piso inseguro al tratar de alcanzarte.

Amor de mi vida.
Eres la que me inventa esta y muchas vidas.
Eres ilusión que se confunde con realidad.
Eres realidad que sólo da ilusión.

Y si ves que todo se apaga
es porque el ambiente nos quiere.
Es porque la luz te ama
y tú recipiente de tal vacío que no se toca.
Y tú portadora de tal vacío que se siente.
Y tú luciérnaga de tal vacío que se ve.

Amor de mi vida.
Eres la que me inventa esta y muchas vidas.
Eres ilusión que se confunde con realidad.
Eres realidad que sólo da ilusión.

Eres verso que sólo crea poemas.
Eres luna que sólo hace posarse en tal mar.
Y el velo será vuestra cuna aguada.
Y cobija peces y algas que os dan la bienvenida
a tal vacío que no se toca,
pero se siente y hace sentir;
pero se ve y atrae miradas.

XVII

Camina.

Era una de esas calles donde el río se dejaba
conducir,
y las cloacas hacían de él un buen transporte.
Uno de esos días donde la gente caminaba hacia una misma
parte,
los motivos siempre sobraban en aquel instante de la tarde,
todos cansados, esperando un transporte más demoroso
(mucho más) que las cloacas. Pero algo pasaba, esa tarde
pintada de un color
más que normal no alteraba el andar y manchar de sus
pasos
del joven que no tenía rumbo, quizás cordura y
sentido, pero le faltaba norte. "¿Hacia dónde
caminan todos?"- se preguntaba inquieto.
Pero tal pregunta no logró perturbarlo más que unos
segundos.
Al poco rato siguió caminando por esas "planas calles
insulsas" (cosas que a él se le venían a la
cabeza), pero se dio cuenta que de tanta cosa rara de palabra le
alteraban la cordura ignorante que él poseía,
diciendo cosas que de tanto analizar el fundamento se ausentaba
(y se dejaba ausentar con voluntad sobrada).

Al otro día, o tarde, el mismo chico. El escenario no
érase el mismo,
pero sí lo parecía. El público desinteresado
no era el mismo, pero sí
lo aparentaba. Lo único similar era la hora. Todos hacia
un lado,
y él de nuevo hacia otro lado, era la controversia, era el
sentido opuesto, y lo único que explicaba aquello de todos
los días era la rutina, aburrida rutina (como él la
llamaba).

De nuevo se aprecia el andar de gente (aceptamos que la gente
similar siempre tiene casi la misma actitud, por ello puede que
la gente sea la misma en distintos aspectos corporales), la misma
hora, la misma gente, distinto escenario, distinto tempo.
¿En qué momento aquella gente deja caer sus
piernas
para reposar? (se lo pregunta el protagonista, un poco ignorante
al no saber que la gente posee vergüenza para dormir en la
calle, es nuestro defecto hereditario: la vergüenza).

Y al dejarse llevar por las masas se da cuenta que es parte de
esa asquerosa rutina. ¿Y es que se había dejado
llevar siempre por ella? Mientras tales personas se
consumían la energía en esperar la ruidosa y
contaminante micro, él se dejaba transportar por la
bulliciosa y aburrida rutina de gente aburrida (bastaba con
mirarle el aburrido rostro). Decide con ímpetu dejar el
camino que todos marcan,
y toma por reflexión que si alguien dejase un camino
marcado,
no siempre es para peor (el protagonista alimenta su inteligencia,
que en un principio se calificaba ignorante, pero entre
ignorantes nos entendíamos, ¿se habrá vuelto
loco de tanto ajetreo?).

Camina y camina, el camino lo hizo caminante de millas y
millas
sin sentido encontrado, pero aún por buscar. Se dio cuenta
de cuan
perseverante fue al seguir tal gente, y de cuanto es hoy en
día
por no rendirse en buscar y realizar tal deseada utopía
(utopía que es desconocida hasta por el mismo
protagonista, utopía más deseada por
encontrar).

Las calles lo educaron más que cualquier escuela, y cada
vez que se
sentía sumido en una rutina, se desviaba de tal aburrido
camino
para dejar de ser maniquí del tiempo y el mismo
manipularse. Él construía las planas calles que no
se dejaban marcar por sobre esa noble tierra, pero aún
así el érase el único quien apreciaba tal
camino (sin contar a los vagabundos que se alimentaban con la
rutina de nuestro representante, porque están en todos
lados aprendiendo de lo que nosotros ignoramos).

Era una de esas tardes donde aquel hombre (antes
joven, claro está)
observa sólo unas tardes, dominado por su cordura por
sobre su rutina, aquel río que con ímpetu se dejaba
avanzar cada vez más sucio. Él, consciente de tanta
suciedad, sólo escribía como cualquier inocente. Y
es que en verdad era inocente, porque su suciedad individual era
la posible limpieza colectiva del ambiente, espacio y tiempo que
aún se podía explorar y disfrutar. Sigue en su
camino que nada perturba, porque poco conoce, su camino que poco
consume (ganancias escasas), pero que mucho entretiene con el
andar de unos pasos quizás cada vez más enclenques,
pero felices de no vivir una rutina adinerada.

Y fue así como hoy se ve a tal individuo
caminar y encaminar a otros
vagabundos, en busca de dejar el ocio, en busca de dejar y
construirse su propia rutina. Era así como todos
creíamos un camino marcado pero al andar en tal camino la
cordura se posesiona de tal cuerpo, o por lo menos la
razón (lo digo porque no tengo nada de cuerdo), y yergue
con nosotros la razón, tarde o temprano,
se caen las hojas de la juventud, pero
siempre habrá un camino para
todos.

Y fue así como yo vi avanzar esos pies cada vez más
rotos,
pero que no se dejaban humillar por cualquier zapato limpio
y brillante. Y fue así como he construido mi propio
camino,
en busca de utopía por construir, en busca de un
basurero
por alimentar, o que me alimente de idea (y porque no de
comida).
La gente me mira, pero su humillante rutina me engrandece.

Buscando utopía por luchar.

Perspectiva.
Vivimos en un mundo
redondo, con gente plana
o dinámica, según sea el caso. Los
planos se van hacia un lado
que para los redondos les es desconocido, como su los opacada
por
la oscuridad que esconde una mano ajena.

Los redondos sólo se dejan llevar, los planos se
mantienen.

Los dinámicos se mueven consigo mismo, llegando a pensar
más allá
de lo que la situación le permite (nunca está de
más), pero la amargura se invoca al preguntarse la
explicación de un todo, obteniendo un nada mezclada
amargura.

Hay otros tíos que son grandes, pero no más
humanos. Abusan de los planos, al ver que su mundo no se mueve,
le ponen pies y hacen de ellos locomotora esclavizada. Con los
dinámicos sólo dejan que piensen, pero cuando llega
el momento abusan de tal disposición.

No hay que olvidar a las rosas, que tienen
forma amorfa,
inocentes del todo, quizás hacen nada, pero no logran
romper
la cordura del silencio. Su voz se hace oportuna con el
aparecer
de negras, redondas y corcheas.

Están las caricaturas, que sólo critican,
divierten, son comunes y corrientes, pero son los más
felices.

Cada viñeta, acto, escena, capítulo hacen de ellos
personajes principales, secundarios y episódicos. Pero
cada uno será el protagonista de su propia historia.

Creo que alguien falta…

Siempre va a faltar algo mientras no conozca el todo.

XXIII

Pienso que pienso.
Sólo pienso
que pienso demasiado.
El pensar me obliga a pensar en que pensar, porque pensar
me llevará a pensar otra cosa que no sería
quizás lo
pensado en un principio.

Sólo pienso que pienso demasiado.
He pensado que pensar sólo me llevará a una
estrategia
bien
pensada. Nunca pensé que llegaría a pensar en esto:
en pensar tanto en ella.

Sólo pienso que pienso demasiado.
El sólo hecho de pensar me lleva a pensar en mi
amargura,
pensar sin recibir una respuesta bien pensada. He pensado
en muchas cosas que he pensado, y de sólo pensarlo
pienso
que he pensado demasiado, y de lo mucho que pensado
poco he hecho.

Sólo pienso que soy un pensamiento pensando en pensar
ser realidad.

XXIV

Esperanza.

De tanta música que ese ser escuchó, se le
averió algo más que el corazón; y la
música no era la culpable, si no el motivo que le
obligó a embriagarse con tal melodía que muchos
recuerdos a de evocar.

Se levanta del sillón, y empieza a mirar
fotografías que le indican que no todo fue en
vano.

Esa fotografía
que tan recóndita mantenía entre marcos de plata y
oro que no
brillaba, para no dar excusas sobre tal existencia que cada vez
érase más imposible de alcanzar, y esa
montaña tapaba todo de lo poco que dicha persona le
daba.

Sale de tal habitación, y en su mirada se refleja
un reloj, indicándole lo tarde que era, y cuanto tiempo
había perdido derramando ríos de ilusiones que cada
vez parecían perderse en un desierto sin agua ni remedio
que apacigüe lo cálido que puede azotar el sol
nuestros ojos húmedos y desilusionados.

Sale de todo lo que parecía su hogar, prosigue
caminando para encontrar algo que hacer, y una mujer lo invita a
hacer de ella recipiente en la que se vacíe toda la
amargura que en tal cuerpo viril abundaba. Fue así como
calló en un lecho que no le permitía disfrutar,
sólo hacer del tiempo algo más que tristeza. Y
entre tanto humo y vino se le desborda su ser de toda cordura:
Agarra a aquella mujer (ya entregada para conseguir algo de
dinero) y
(como se dijo) vació en ella algo menos que amargura,
desilusión y soledad; ella fue recipiente de toda rabia
frustrada, siendo víctima de manos que parecían
dueña de toda locura, pero mucha culpabilidad.

Sale de aquella habitación, y la intemperie lo
guía hacia un lugar donde pueda olvidar todas las locuras
que había cometido en aquella larga noche.

Pero el vino no sana, cura momentáneamente; y fue
así como esas manos se dejaron llevar y destrozaron todo
lo que le parecía recordarle a ella (el vino quizás
le recuerda a ese dulce aroma que derramaba siempre al querer
acercársele, sólo en alma, porque la presencia los
separaba como al humano de la inteligencia, sólo creemos
tenerla).

Creyéndose invicto de toda crítica, que le parecían despotricar
su alma, se retira con cierto aliento a cigarro y vino en
exceso.

Las veredas se levantaban para dejarlo tirado en el
incierto en un piso que se vestía de lecho y
permitía derramar cualquier pringue de sueño
frustrado y amor platónico muerto por la oxidada armadura
que se hacía desdeñar con el paso de las horas y el
pasar del agua que derramaban algunas personas para despertar a
aquel borracho que mucho parecía vomitar, pero sólo
eran lagrimas las que él ha de derramar.

Ese piso que parecía manchar (porque seco no ha
de estar) y el parecía escribir unos versos que su
intención mucho ha de delatar. Cosas que sólo
él parecía leer (y el narrador, que lo sabe
todo):

Si intentas abrir tus ojos,

no encontrarás soledad.

Puede que el mundo sea rojo

y se llame vanidad.

Las flores no darán bienvenida,

pero el mudo hablará.

Ojos se cierran ante tal recibida.

Sólo el ciego mirará.

Sirenas nadan en el cielo;

buscan nube en que posar.

Barco, refugios de muchos anhelos.

Ángeles van a cazar.

Pretendía escribir algo más hasta que
llegó alguien armado, parecía ser un
policía, y con su voz imperiosa le ordena levantarse y que
lo acompañe. Con la cabeza agachada se deja conducir (pues
sus pies se traban como su lengua embriagada, borracha) y entra
en un auto que mucho ha de decir, pero que él (en su
estado) poco
ha de descifrar.

Cinco años lleva encerrado aquel frustrado
hombre, que más que su justo castigo ha de recordar (y lo
que lo llevó a tal lugar), sólo puede pensar en
aquella figura que en muchos años ha de recordar, adorar y
amar.

Y llegó tal día (hermoso día de
lluvia en aquel entonces),en el que aquel condenado (ya no lo
era, y la "libertad" le
decía que entraba al mundo de las tarjetas de
crédito, peor la libertad después de
cualquier cadena es indiscutible).

Justamente, luego de ser liberado y no tener rumbo (pero
sí camino y sentido), pasó sobre aquel poema que
él alguna vez creyó en el olvido. Fue así
como se acercó, y ver tal cemento
todavía vulnerable a cualquier pringue o roce (por lo
húmedo que estaba, cinco años no le eran nada ni
para el cemento mientras no se disfruta del tiempo), le agrega
unas cuantas letras más al poema. Y con ello su
arrepentimiento desborda cierto sentimiento que le obliga a
derramar unas de esas lágrimas que tanto añoraba y
pensaba que había olvidado para nunca volver a llorar.
Ahora hallaba motivo por el escribir tales letras en aquel
cemento que aun no se había secado. Estuvo
esperándolo en busca de un título. Y él
recuerda en que se llevó todo el tiempo dentro de esas
malditas rejas. Blanco y negro, ese era su mundo que formaban el
gris y la cárcel.

Su pasatiempo, código
de más de una palabra, pero que fácilmente se
desbordaba tal sentimiento sobre aquel cemento
paciente.

Y dicho código era lengua y habla, y dicho
título era "Esperanza".

 

Enviado por:

Wiseppi Peñazco de Araña

Santiago de Chile, 24 de septiembre 2007

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